Inicio Keren Hayesod (CUJA) Entrevista a Kaila, joven participante de Aliá Protegida: “Es una sensación hermosa sentirse tan acompañados”

Entrevista a Kaila, joven participante de Aliá Protegida: “Es una sensación hermosa sentirse tan acompañados”

Por Iton Gadol
0 Comentario

Itongadol.- Kaila forma parte de Aliá Protegida, el programa de CUJA-Keren Hayesod para que jóvenes judíos que atravesaron contextos de vulnerabilidad puedan acceder a su derecho de Aliá y a una vida con más oportunidades. Ella llegó en enero a Israel como integrante de la segunda camada de Aliá Protegida, un programa de 18 meses de acompañamiento. Junto a sus compañeros, recorrieron la primera etapa del programa en Argentina durante 8 meses. En ese tiempo adquirieron una base fuerte de hebreo, capacitaciones sobre Israel, desarrollo de herramientas emocionales y tutorías individuales y grupales para seguir de cerca el proceso individual de cada uno.
Hoy está comenzando la segunda etapa del programa en Israel y en una entrevista con ItonGadol, destacó cómo fue su experiencia hasta el momento y cuáles son sus expectativas para el futuro.

Al comenzar esta charla, lo primero que destaca emocionada es que “las personas que integran Aliá Protegida siempre estuvieron al lado nuestro, nos preguntaron qué papeles nos faltaban, que necesitábamos y nos ofrecieron ayuda. Es una sensación hermosa sentirse tan acompañados”.

-¿Cómo te recibió Israel?
-Fue espectacular. Cuando llegamos al aeropuerto nos estaba esperando la gente del ulpán. Estaban Ziva Avrahami (directora del Mercaz klita Beit Canada), Akiva Lachowitz (coordinador de Alia Protegida en Israel) y madrijim del ulpan. Nos guiaron y nos llevaron al mercaz klita, nos ayudaron a subir las valijas y nunca nos dejaron solos. Fue una experiencia muy linda, porque nos recibieron en el aeropuerto con carteles que decían ‘‘Bienvenidos a su nueva casa, el Ulpán Etzion’’.

-¿Cómo fue tu contacto con Aliá Protegida?
-Fue de pura casualidad. Soy de Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires.
Abrí carpeta en octubre del 2021 y un día, hablando con una conocida que había sido compañera mía en la primaria, me dijo que pregunte por Aliá Protegida. Al día siguiente, a las 8 de la mañana, llamé al Global Center y ese mismo día Laura Lichtenstein (coordinadora del programa en Argentina) se comunicó conmigo.

-¿Tenías algún vínculo comunitario?
-No. Había ido algunas veces a un templo pero no formaba parte de la comunidad. De hecho es muy loco, porque a mi compañera de la primaria -la que me dijo que averigüe por Aliá Protegida- me la crucé en un supermercado en el que yo estaba trabajando. No nos seguíamos en redes sociales, ni nada.

-¿Sentís que fue un milagro o una gran casualidad?
-La verdad que sí. Vivimos en el mismo barrio durante años y nunca nos cruzamos. Un día estaba trabajando, y cuando ella fue a comprar un paquete de yerba, justo ahí me lo dijo.

-¿Cómo fue el proceso previo a tu aliá?
-Yo abrí carpeta con la Agencia Judía y lo dejé en stand by por muchos problemas personales, hasta que me enteré de Aliá Protegida. Tanto Laura como nuestra morá de hibrit (Vanina Steinhauz de la OSM) nos acompañaron con los talleres, los seminarios y las clases durante los 8 meses en Argentina. Siempre estuvieron al lado nuestro, fueron un sostén muy importante. Cuando estábamos en Ezeiza, no sé qué problema hubo con los pasajes, y nos avisaron que ya estaba solucionado ¡Estuvieron y están en todas! Es una sensación hermosa sentirse tan acompañados. Realmente a las personas que van a hacer Aliá y cumplan con los requisitos les recomiendo que lo hagan por Aliá Protegida, que no lo piensen.

-¿Qué tal el grupo de compañeros?
-La verdad que bien. Me recibieron muy bien y se generaron lazos fuertes, tratamos de acompañarnos entre todos.

-¿Qué expectativas tenés con respecto a esta nueva etapa de tu vida?
-Durante 11 meses voy a estar en el Mercaz klita. Las expectativas con las que llegué fueron conocer gente y poder entrar al supermercado sin salir deprimida porque la plata no me alcanza. Y la verdad que esas ya las cumplí. Ya fui a comprar y sí, es caro. Pero la plata me alcanza y todavía ni siquiera empecé a trabajar. Así que veo que las metas se cumplen realmente. La gente acá te ayuda, es muy buena. Hace unos días salimos a pasear, nos perdimos y un chico que estaba en la calle, que no conocíamos, se desvió cinco cuadras para acompañarnos hasta la puerta del ulpán. Me habían dicho que era así, pero ahora lo estoy viviendo, y es como ¡guau!

Kaila junto a sus compañeros de Aliá Protegida

-¿Tuvieron contacto con los jóvenes de la primera camada de Aliá Protegida?
-Tenemos un grupo de WhatsApp donde está la primera y la segunda camada. Nos hablamos seguido, les preguntamos cosas. ¡Todos tienen muy buena onda, siempre nos ofrecen ayuda! También estuvimos hablando para organizar alguna salida. Hace unos días vino Lauti de la primera camada (que ahora está en el ejército) para traernos las cosas que eran de su habitación.

-¿Cuál es tu mensaje para aquellos que no conocen lo que es Aliá Protegida?
-Para los que lo pueden llegar a hacer, que lo hagan. Que no lo duden, nunca va a ser el momento ideal. Siempre va a quedar un abrazo pendiente para dar. Se va a extrañar, sí, pero esto se vive como una segunda casa. Es un viaje de ida, realmente, en el que no extrañás tu país, extrañás a tus amigos y a tu familia, pero seguís en contacto con ellos también. Hay que animarse. A todos los que están detrás de este increíble proyecto, quiero decirles “gracias”. Tanto a la gente de Alia Protegida de Argentina, de Israel (mercaz klita, del ulpan, a los directivos, a los madrijim…) gracias por el recibimiento y por la ayuda. ¡Hoy puedo decirles que me cambió la vida!

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más

WhatsApp chat