AJN/Itongadol.- Un jurado federal condenó el miércoles a Robert Bowers a muerte por matar a 11 fieles en la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh en 2018, el ataque antisemita más mortífero en la historia de Estados Unidos.
En junio, el jurado encontró a Bowers, de 50 años, culpable de decenas de delitos federales de odio en el juicio celebrado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Pittsburgh, en el oeste de Pensilvania. Bowers fue declarado culpable de 63 cargos, incluidos 11 de obstrucción del libre ejercicio de creencias religiosas con resultado de muerte.
Hace dos semanas, durante la primera fase de la sentencia del juicio, el jurado determinó que Bowers era elegible para la pena de muerte. Luego, los miembros del jurado escucharon el testimonio y los argumentos de los fiscales y los abogados defensores sobre si merecía ser ejecutado por los asesinatos.
El 16 de junio, el jurado lo encontró culpable de todos los cargos, y los abogados defensores no ofrecieron disputas de que él planeó y llevó a cabo el ataque.
El jurado escuchó el testimonio de algunos de los sobrevivientes del ataque y la evidencia del antisemitismo de Bowers, incluidas varias publicaciones que atacaban a los judíos en un sitio web de extrema derecha en los meses previos al ataque.
En los casos de pena capital federal se requiere el voto unánime de los jurados en una fase de sanción separada del juicio para sentenciar a muerte a un acusado, y el juez no puede rechazar el voto del jurado. Si los jurados no pueden llegar a una decisión unánime, el infractor es condenado a cadena perpetua sin posibilidad de liberación.
En la fase de sentencia, los fiscales argumentaron que Bowers tuvo la intención y la premeditación necesarias para calificar para la pena de muerte. Presentaron testigos y pruebas para demostrar que planeó cuidadosamente el ataque y deliberadamente atacó a fieles ancianos vulnerables.
Los abogados defensores argumentaron que Bowers sufre una enfermedad mental grave, incluida la esquizofrenia, por lo que carecía del nivel de intención necesario.
El rabino Jeffrey Myers, que se escondió en un baño durante el ataque, agradeció al jurado en un comunicado y dijo que «espero que podamos comenzar a sanar y seguir adelante».