Itongadol/AJN.- El embajador de Hungría ante las Naciones Unidas, Casba Körösi, aseguró el jueves que “las instituciones del Estado de entonces fueron responsables del Holocausto y esta disculpa debe formar parte de la memoria y la identidad nacionales”, en el marco de un acto de conmemoración del 70º aniversario de la deportación de los judíos de su país patrocinado por el Departamento de Información Pública para ONG de la ONU, en Nueva York.
Esta histórica admisión se dio en medio de un ascenso del antisemitismo y la extrema derecha en Hungría y de fuertes acusaciones de la Federación de Comunidades Judías local (Mazsihisz) contra el gobierno por permitir, si no adherir, a un revisionismo de la Shoá.
Körösi, quien se mostró inusualmente emocionado para un diplomático, transmitió las disculpas del por los crímenes cometidos y la complicidad con los criminales.
La semana pasada, la Mazsihisz amenazó con boicotear todos los eventos relacionados con la conmemoración del Año Memorial del Holocausto Húngaro en respuesta a una declaración banalizadora del director del Instituto de Investigación Histórica Veritas, patrocinado por el Estado, Sándor Szakály, de quien exigió disculpas y su renuncia, y a la decisión del presidente Viktor Orbán de erigir en Budapest una estatua que representa a un águila germánica que desciende sobre el ángel Gabriel, un símbolo nacional, que simbolizará a una Hungría que sería una víctima pasiva del nazismo y sin referencia alguna a los mártires judíos.
El antisemitismo “indudablemente existe, pero no refleja la opinión mayoritaria de la sociedad húngara, y es marginado tanto dentro como fuera del Parlamento”, respondió Körösi acerca del ascenso de la judeofobia en su país y el éxito electoral del partido neonazi Jobbik, que cuenta con 43 de los 386 escaños de la Legislatura magiar.
“Una voz antisemita es mucho más de lo que puedo y podemos aceptar”, agregó el diplomático antes de enumerar las diversas medidas adoptadas por su gobierno para acabar con tales actividades, que incluyeron la penalización de los discursos de odio y la apertura de una línea telefónica para efectuar denuncias.
“No sabemos cuánto tiempo tomará erradicar totalmente el antisemitismo, pero la sociedad necesita discutir y comprender sus problemas; espero que otros países hagan su parte”, reclamó el embajador.
En el acto también hablaron la sobreviviente de la Shoá Agnes Vertes y la profesora de Historia y genocidio Carol Rittner.