Unas 3.000 personas, representativas de una treintena de organizaciones sociales y religiosas, se manifestaron ayer, domingo, junto a las playa de Ipanema, en el sur de Rio de Janeiro, en repudio a la llegada del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, para participar de la cumbre ecológica “Río +20”.
Los asistentes, muchos de ellos representantes de grupos homosexuales, afrobrasileños del culto candomblé y jóvenes judíos marcharon por la rambla de la avenida Vieira Souto, portando pancartas y carteles (foto) y entonando cánticos de rechazo a la política iraní de desarrollo de armamento nuclear, la tortura, el terrorismo, la intolerancia religiosa, la falta de respeto a los derechos humanos, la homofobia y la negación del Holocausto.
Los manifestantes pretenden evitar un acercamiento político entre Brasil e Irán y que su presidenta, Dilma Rousseff, se reúna con Ahmadinejad.
La movida se comenzó a organizar hace alrededor de un mes, a través de redes sociales.
En tanto, mañana, martes, la concejala Teresa Bergher, titular de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Consejo Municipal de Rio de Janeiro, propondrá que el presidente de Irán sea declarado “persona non grata”, a fin de evitar que pueda regresar a esa ciudad.
Los organizadores de la protesta anticiparon que pretenden hacer otros eventos en los próximos días, incluido uno ante el hotel donde se alojará Ahmadineyad durante la cumbre.
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