Dos días después de que el ejército sirio hiciera una prueba con un misil balístico Scud-B y otros proyectiles de corto alcance, el ministro de la Retaguardia, Matan Vilnai (foto), se reunió hoy, martes, con autoridades de una refinería de petróleo para evaluar su protección y la continuidad del suministro de combustible durante una futura guerra, lo cual “es fundamental y necesario para la economía en tiempos de emergencia”.
En la oportunidad, reveló que funcionarios de seguridad están “considerando desplegar una batería de (el sistema antimisiles) ‘Cúpula de Hierro’ en la bahía de Haifa, como parte integrante de la defensa de las refinerías de petróleo”.
Se trata de la tercera ciudad más importante de Israel, situada en el noroeste.
Horas antes, el ministro de Defensa, Ehud Barak, admitió que Israel está tomando precauciones y haciendo un seguimiento de la transferencia de armas de Siria al Líbano por la preocupación de que Hezbollah esté tratando de recuperar el armamento avanzado que ha estado almacenando allí, para evitar que caiga en manos de grupos opositores al gobierno de Damasco.
En el marco de un ejercicio de la Brigada Golani en las Alturas del Golán, el funcionario conjeturó que la prueba misilística siria del domingo “podría ser parte de una demostración de capacidad, pero debida más al miedo y la angustia que a la confianza”.
Por otra parte, Barak predijo que el régimen de Bashar al-Assad caerá en un futuro próximo.
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